“Durante las últimas semanas hemos sido testigos una vez más de los asesinatos de personas afroamericanas de tal forma que nos recuerda los linchamientos de la era Jim Crow, previo a la legislación de derechos civiles para proteger a las minorías. Todos desarmados, las víctimas más recientes se suman a Eric Garner, Sandra Bland, Tamir Rice y Trayvon Martin en la larga lista de asesinatos por parte de la policía y de racistas a lo largo de muchos años. Cada muerte es una hija o un hijo perdido, un niño hecho huérfano, una vida robada. Las personas conscientes -negras, blancas o latinas – estamos enfadadas y exhaustas por el dolor que siguen causando sin rendir su responsabilidad ante la justicia.
No es coincidencia que las comunidades de clase trabajadora que nos levantamos en rebelión contra la violencia policiaca también hemos sido debastadas por el Covid-19. Los trabajadores de la salud de la 1199 sabemos que, con demasiada frecuencia, el término “Trabajador Esencial” significa Trabajador Desechable. Hemos luchado paso a paso por mascarillas, guantes y batas que se necesitan para proteger a los trabajadores y a nuestros pacientes de este virus mortal. Los patronos y los oficiales no han sabido protegernos. Miles de nuestros pacientes han muerto debido a la pandemia. Como una unión de miles de trabajadores de raza negra y latinos, muchos de nosotros conocemos la realidad del acoso policiaco y brutalidad por experiencia personal. Y debido a la indiferencia criminal del gobierno (especialmente el gobierno federal) y de los patronos, 14 miembros de la 1199 han pagado el precio más alto al morir mientras luchaban contra el Covid-19.
Desde las matanzas de la policía hasta el Covid-19, la gente trabajadora, negros, blancos y latinos, clamamos por nuestra respiración.
No todas las tragedias nos llevan a levantar movimientos por la justicia, pero muchos movimientos inician debido a una tragedia. La cruzada final de Martin Luther King de organizar a los trabajadores de obras sanitarias en una unión estalló cuando dos trabajadores negros fueron aplastados por un camión de la basura. El grito de lucha de esos trabjadores fue “YO SOY UN HOMBRE”. Más de 50 años después, seguimos luchando para convertir es llamado de lucha en realidad respecto al maltrato de las mujeres y hombres que trabajan, y el maltrato de nuestras comunidades.
Vivimos en un país cargado de disparidad economica y racial, y de grandes injusticias. Soñamos con un mundo donde todos podamos vivir con los privilegios que la clase dominante disfruta todos los días – la habilidad de vivir, aprender, amar, reír, y alabar libremente y sin ser oprimido racialmente o económicamente. Como miembros de la Unión 1199, todos tenemos la responsabilidad de luchar para construir ese mundo.
La única manera de conseguir justicia económica es con justicia racial. Mientras adelantamos las causas de los trabajadores de la salud, seguiremos uniéndonos a las campañas locales y nacionales, organizaciones, y acciones que defiendan la dignidad y humanidad de la gente tabajadora y que de una vez por todas acabe con la brutalidad y deshumanización de la violencia contra las personas negras.
Desde la injustica en el lugar de trabajo hasta asesiantos policiacos, desde los salarios de pobreza y depresión económica hasta la protección de los proveedores de salud en tiempos de pandemia – ESTE ES NUESTRO MOVIMIENTO, NUESTRO NORTE, Y LA MISIÓN DE 1199 COMO UNIÓN. Muchos movimientos se inspiran en la tragedia… pero esos movimientos avanzan gracias a los líderes que se dejan guiar por el amor y la esperanza de lograr un mejor futuro.
Juntos, podemos hacer justicia para George…para Ahmad…para Breonna…para los miembros caídos de la 1199 Travis West de Generations, Kevin Hill de Gilead, Cassondra Díaz de Chelsea Place, Kumaree Roach de Kimberly Hall North, Glenford Morgan de Secure Care Options, Ketty Joseph de Long Ridge Post Acute, Angeline Bernadel de West River, George Adomako de Trinity Hill, Lucille Johnson de Parkville Care Center, Diane Menard de Greenville Health & Rehab, y Michael Mark, Marlene Thompson, y Patrick Brellis de Southbury Training School.
Juntos, podemos ganar nuestro derecho a respirar con libertad”.
Rob Baril
Presidente, Distrito 1199NE SEIU
Suscrita por los miembros de la Junta Ejecutiva del Distrito 1199NE SEIU:
Suzanne Clark, Lynda Frank, Almena Thompson, Annier Pennant, Edgar Aracena, Karlene Whonder, Jesse Martin, Norman Peloquin, Stephanie Deceus, Claire Martin, Paul Fortier, Lynette Dockery, Kim Piper, Rebecca Simonsen, Diedre Murch, Soheila Dehlavi-Wheeler, Garth Herrick,Charlene Bell, Kelly Schafer, Brian Williams, Darnell Ford, Olive Tronchin,Yvonne Robinson, Francene Bailey, Bonnie Gaudreau, Mary Beth Cimino, Luis Nieves, Romona Barnes, Pamella Reid-Johnson, Sonia Brown-Wright, Jennifer Brown, Lebert Lewin, Jr., Laverne Spinks-Hatcher